jueves, 19 de enero de 2023

CATEQUESIS SOBRE DEUS CARITAS EST, ENCÍCLICA DE BENEDICTO XVI (SEGUNDA PARTE)


Esta es la segunda parte de la catequesis sobre la Encíclica de Benedicto XVI "Deus  Caritas Est". En este enlace tenéis la catequesis de la primera parte.

Esta parte comienza en el principio de la segunda parte de la Encíclica hasta el punto 29.

El ejercicio del Amor.
Amor = servicio

Toda la actividad de la Iglesia es una expresión de un amor que busca el bien integral del ser humano: su evangelización, mediante la Palabra, los sacramentos, busca su promoción en distintos ámbitos de la vida. Para atender a las personas.

Para los fieles y la scomunidades la tarea es el amor a Dios y al prójimo empezando por mi comunidad >iglesia particular >Iglesia universal.

Ya desde los primeros tiempos se aprecia este ejercicio de la caridad (en la encíclica hay muchos ejemplos, remitir a la encíclica quien quiera leerlos)

Triple tarea de la Iglesia:

1. anuncio de la Palabra.

2. Sacramentos.

3. Servicio de la caridad. No como una ONG sino como algo que pertenece a su esencia.

El Amor supera los confines de la Iglesia se dirige a todos e.g. el buen samaritano

Justicia y caridad.

Problema: se dice que los pobres no necesitan caridad sino justicia, un orden social justo.

Lo pone en relación con el marxismo que se presentaba como la panacea mediante la colectivización.

Dice Benedicto XVI que un orden justo tiene que ser garantizado por el estado. No puede imponer una religión pero debe garantizar la libertad y la paz. Debe respetar la fe.

La justicia tb es objeto de la política pero ¿qué es la justicia? Al haber mezclados muchos intereses y poderes se corre peligro de no entender lo que significa.

Es un punto en donde política y fe se encuentran. Pues la fe contribuye a que lo que es justo sea reconocido y puesto en práctica, al suponer una relación con Dios en la base de esa reflexión. Es una contribución que hace la Iglesia pero ésta no quiere ponerse por encima del estado, ni hacer ese camino sola ni sustituir al estado ni quedarse al margen.

El Amor siempre será necesario, hay una atención personal que hay que realizar y el estado tendría que apoyar las iniciativas que surgen para esto.

Benedicto XVI deja entrever que el estado se encargaría de los temas materiales sobre todo pero hay un “cuidado del alma” que es muy importante y no se puede dejar de lado.

Aquí tenemos un papel los fieles laicos pues estamos insertos en la vida pública: actividades económicas, legislativas, culturales, sociales… (se puede mencionar la encíclica sobre los fieles laicos de Juan Pablo II. Más adelante subiré también algunos apuntes sobre esta Encíclica, dada la importancia actual de los laicos y que de modo providencial señaló Karol Wojtyla)

Leer como conclusión el final del punto 29.

LUMEN GENTIUM 5

 



El misterio de la santa Iglesia se manifiesta en su fundación. Pues nuestro Señor Jesús dio comienzo a la Iglesia predicando la buena nueva, es decir, la llegada del reino de Dios prometido desde siglos en la Escritura: «Porque el tiempo está cumplido, y se acercó el reino de Dios» (Mc 1,15; cf. Mt 4,17). Ahora bien, este reino brilla ante los hombres en la palabra, en las obras y en la presencia de Cristo. La palabra de Dios se compara a una semilla sembrada en el campo (cf. Mc 4,14): quienes la oyen con fidelidad y se agregan a la pequeña grey de Cristo (cf. Lc 12,32), ésos recibieron el reino; la semilla va después germinando poco a poco y crece hasta el tiempo de la siega (cf. Mc 4,26-29). Los milagros de Jesús, a su vez, confirman que el reino ya llegó a la tierra: «Si expulso los demonios por el dedo de Dios, sin duda que el reino de Dios ha llegado a vosotros» (Lc 11,20; cf. Mt 12,28). Pero, sobre todo, el reino se manifiesta en la persona misma de Cristo, Hijo de Dios e Hijo del hombre, quien vino «a servir y a dar su vida para la redención de muchos» (Mc 10,45).

Mas como Jesús, después de haber padecido muerte de cruz por los hombres, resucitó, se presentó por ello constituido en Señor, Cristo y Sacerdote para siempre (cf. Hch 2,36; Hb 5,6; 7,17-21) y derramó sobre sus discípulos el Espíritu prometido por el Padre (cf. Hch 2,33). Por esto la Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y observando fielmente sus preceptos de caridad, humildad y abnegación, recibe la misión de anunciar el reino de Cristo y de Dios e instaurarlo en todos los pueblos, y constituye en la tierra el germen y el principio de ese reino. Y, mientras ella paulatinamente va creciendo, anhela simultáneamente el reino consumado y con todas sus fuerzas espera y ansia unirse con su Rey en la gloria.

miércoles, 11 de enero de 2023

CATEQUESIS SOBRE DEUS CARITAS EST, ENCÍCLICA DE BENEDICTO XVI (PRIMERA PARTE)



Esta catequesis la podemos realizar con un grupo de adultos en la fe, a los que les podemos proponer que lean el texto primero y después lo presentaremos en catequesis y podremos ir comentándolo.

En primer lugar, hacemos una presentación de la Encíclica de Benedicto XVI.

¿Se puede amar de verdad a Dios? SI

Dios está cercano a nosotros y viene hacia nosotros, en los sacramentos, la fe de la Iglesia, otras personas, intervenciones en nuestra vida, signos de la creación.

¿Podemos amar al prójimo al que queremos y al que no? SI

Si somos amigos de Dios, si esta amistad es importante para nosotros, amaremos a quienes Él ama. Quiere que seamos amigos de sus amigos y lo seremos si estamos cercanos a Él.

PRIMERA PARTE

No se comienza a ser cristiano por una idea sino por el encuentro con un acontecimiento que nos da un nuevo horizonte a nuestra vida.

Dios nos ha amado primero y lo hace no para que nos quedemos de brazos cruzados pensando que Dios es muy bueno xq me quiere mucho sino que ese amor es para comunicarlo a los demás y esto no se trata de un mandamiento sino q es a través de esta respuesta a Dios y esta comunicación de su amor como vamos a ser felices. Dios en definitiva lo que quiere es eso: que seamos felices.

Comienza analizando el término amor. Eros: amor entre hombre y mujer.

Philia: amistad.

Agapé: concepción bíblica del amor, supera el egoísmo y va al encuentro del otro; renuncia, sacrificio.

Se ha llegado a contraponer los términos eros y agapé; el amor mundano y el amor basado en la fe. La cultura cristiana se guía por el agapé y los cristianos por el eros.

Pero Benedicto XVI cocmenta que eso no es así: eros y agapé van unidos; lo que inicialmente es eros va creciendo y se preocupa cada vez más de la felicidad del otro, con lo que se transforma en agapé. Si no es así, entonces estamos ante una desviación del amor. No son mundos paralelos sino que abren a nuevas dimensiones.

La novedad de nuestra fe

En el Deuteronomio se expone una novedad con respecto a otras culturas y otras religiones: Dios ama al hombre, le ha creado; esto es predilección, escoge a Israel para salvar a través de él a toda la humanidad.

Este amor goza de las dos dimensiones, eros y agapé. Israel rompe la alianza, adora a otros dioses. Dios debería repudiar a Israel, pero es un amor que perdona, un amor tan grande que va en contra de Dios mismo. Aquí vemos reflejado el misterio de la Cruz; Dios da su vida por nosotros, justicia y amor se unen.

Benedicto XVI lo pone también en relación con la Eucaristía. Jesucristo se entrega por nosotros, nos hace partícipes y nos une a esa entrega. Esto tiene unas consecuencias y es que no solamente estamos Cristo y yo en esa unión sino que esta unión me hace salir de mi mismo y unirme a todas las demás personas.

Vemos que el amor a Dios y al prójimo están unidos, como veíamos al principio y cómo el mismo Jesús nos dice que el amor a Dios y al prójimo es lo más importante, toda la fe se deriva de esto, aquí está incluido todo. De hecho Jesús ofrece enseñanzas sobre el concepto del prójimo y retira los límites que existían en su época (y en la nuestra).

Mi prójimo es cualquiera que necesite de mí y al que yo pueda ayudar. No es algo abstracto sino que es un compromiso de tipo práctico que hacemos nuestro.

En los necesitados está Jesucristo (Él mismo se ha identificado con los necesitados) En Jesucristo está Dios. Así Dios y el prójimo quedan unidos.

En esto consiste el amor al prójimo, no solo ofrecerle cosas necesarias sino también amor. Si nos falta el amor de Dios, veremos al otro pero no veremos en él a Dios.

Leer el n.18 como conclusión. Se puede preguntar al grupo por alguna idea que les haya ayudado a nivel personal y establecer un coloquio entre todos.

¡Espero que este resumen os ayude!