lunes, 18 de marzo de 2024

LA FORMULACIÓN DEL DOGMA CRISTOLÓGICO (SIGLO III)


A principios del Siglo III comenzaron a extenderse dos herejías trinitarias, el subordinacionismo y modalismo, que tuvieron una gran repercusión a nivel cristológico.


Entre los defensores del dogma, destaca Tertuliano que afirmaba la doble sustancia en Cristo, divino y humano, Dios y hombre, espíritu y carne. A veces las llama sustancias, otras veces estados de Cristo. Las dos naturalezas son distintas e inconfundibles aunque están unidas y cada una conserva sus propiedades. En cuanto a la unidad de las dos sustancias, se verifica puesto que pertenecen a una única persona.

Con respecto a la realidad humana de Jesús y en oposición al docetismo, Tertuliano subraya la presencia en él de un alma humana: Cristo posee una verdadera humanidad, semejante a la nuestra, es decir, un cuerpo y un alma reales. 


En Oriente resulta también importante la figura de Orígenes. Parte de la concepción joánica del Logos encarnado, mediador entre Dios y los hombres y muestra que Cristo no solo asume un cuerpo humano sino también un alma humana. El alma de Cristo está en contacto con el Verbo y aunque sea de la misma naturaleza que las otras almas humanas, es centro de un amor tan grande para el Verbo que la une a él y le confiere la santidad. 

"Esta alma, como hierro en el fuego, está siempre en el Verbo, siempore en la sabiduría, se encuentra siempre en Dios; todo lo que hace, diwnte y entiende es Dios; y por eso no se puede llamar ani defectible ni mudable, que posee la indefectibilidad en virtud de una unidad con el Verbo incesantemente consolidada en el fuego".

El alma explica la unidad de la divinidad y de la humanidad en Cristo; su alma y su cuerpo constituyen una sola cosa con el Verbo, porque a su contacto son divinizados. Por eso se trata de una unión real, no de tipo moral o de voluntad. La razón que esgrime Orígenes para la adopción de un alma por parte del Verbo estriba en que no hubiera podido salvar a todo el hombre si no hubiese asumido todo el hombre. De todas formas, esta exposición resulta todavía un tanto limitada.

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